Durante el proceso de cocción o al seguir ciertas recetas, los ingredientes pueden flotar hasta la parte superior del vaso, comprimirse y evitar que el vapor salga. Consecuentemente, en algunos casos, el aumento de la presión puede acumularse en el vaso durante la cocción a fuego lento o al cocinar en temperaturas de 95°C o mayores, lo que puede conducir a un derrame repentino e incontrolado de alimentos calientes, llegando a causar quemaduras en algunos casos. Para cocinar (hervir a fuego lento) a temperaturas de 95°C o más, siempre se debe usar el cestillo en lugar del cubilete ya que el cubilete TM6 encaja firmemente en la tapa, a comparación de el cestillo, que descansa libremente en la parte superior, permitiendo el paso del vapor, y ayuda a evitar salpicaduras de alimentos del vaso. Esta es una medida simple pero necesaria que difícilmente afectará la experiencia de cocinar: pero puede evitar que se produzca este problema. Las sopas, guisos y mermeladas siempre deben cocinarse a una temperatura no superior a 100°C. Para las recetas que requieren una temperatura más alta, se debe usar el plato Varoma®, como se indica en la receta.